Iñaki Zubizarreta lanza su #StopAlBullying ante 260 alumnos de Zamora

El que fuera jugador de baloncesto profesional advierte a los escolares del peligro de ciertas bromas y les alienta a ser responsables con el móvil.

Fue recibido entre grandes aplausos por los alumnos zamoranos y su desgarrador testimonio logró estremecer al público, en su mensaje en contra del acoso escolar, en la jornada #StopAlBullying organizada por TRIBUNA GRUPO en Zamora.

El que fuera jugador de baloncesto profesional y se alzara con la Copa del Rey en 1998, Iñaki Zubizarreta, es «grande por dentro y por fuera», como lo describió la consejera de Educación, Rocío Lucas, poco antes de que se iniciara la sesión en el salón de actos del Campus Viriato.

En el auditorio, unos 260 alumnos zamoranos de sexto curso de Primaria y primero de la ESO, que cursan estudios en los centros Maestro Haedo, María de Molina, Universidad Laboral, Arias Gonzalo, La Viña y Nuestra Señora de La Candelaria.

Grande por fuera porque, realmente, Iñaki Zubizarreta es grande. Y fue su gran tamaño lo que, desde niño, le hizo objeto de burlas. «Todo lo que cuento son episodios reales de mi vida, no hay ninguna ficción», confesó ante los alumnos zamoranos, acompañados de algunos de sus profesores.

Tras haber desarrollado su talento en el baloncesto, como jugador profesional en la Liga ACB, Zubizarreta colabora actualmente en la campaña «Actuamos Contra el Bullying», que le lleva de un colegio, o instituto, a otro para desarrollar charlas de sensibilización entre los más jóvenes.

Zubizarreta muestra en sus charlas una fotografía de cuando tenía once años en la que aparece con algunos sus compañeros de equipo, de la misma edad y la mitad de cuerpo que él. Tenía la edad que muchos de los presentes hoy en el salón de actos de Zamora. «Me destruyeron y me llevaron al límite».

«Todo empieza con bromas». Pero las bromas pueden llegar a hacer mucho daño. «Nadie me vio como el niño que fui». Con 14 años medía 1,98 metros. Ya antes «las burlas y los insultos eran constantes».

Después conocería jugadores «más grandes que yo» y «nunca tuvieron el mismo problema»«El problema es que te eligen» porque «no conozco a nadie que se preste voluntario» a vivir situaciones como las narradas.

«Te eligen y no tienes capacidad de salir, pasan los años y queda la decepción de la gente que pudo hacer algo y no hizo nada», se lamentó Zubizarreta mientras alentaba al público juvenil a ser responsable en el uso del móvil.

En este tipo de situaciones el silencio «hace cómplices». Cuenta Zubizarreta cómo, en su caso, antes que los niños comenzaron los adultos a ponerle calificativos denigrantes por una estatura que, a ojos de los demás, no correspondía con su edad. Humillaciones que llegó a recibir de una profesora.

«Te roban tu identidad y te conviertes en lo que te llaman». Los adolescentes mayores que él le pegaban… Su relato resulta verdaderamente escalofriante.

Hoy, con el teléfono móvil en la mano, les dice a los chavales que sean responsables. Y con su historia apunta, por ejemplo, las tres premisas que se entremezclan en un abuso: «Se minimiza, se ignora y se justifica». Y así cualquiera queda «destrozado».

De ahí la vital importancia de hablar. Denunciar. Alzar la voz contra el bullying. Como hace Iñaki Zubizarreta para que no se repita su historia.

Muchos se sorprenden de su historia como víctima, quizá por pensar que podría haber hecho uso de su fuerza, siendo tan grande físicamente. «Víctima puede ser cualquiera, no se libra nadie».

Años después de haber pasado por aquella experiencia, observa que se siguen repitiendo los «mismos patrones, errores y carencias», con la gran novedad de que todo eso se potencia ahora con las redes sociales.

«Ya no tienen un espacio donde poder estar tranquilos, eso ya no existe», de ahí la llamada a la responsabilidad.

«Les hago ver esa responsabilidad que tienen en cómo usan las redes sociales, qué contenido permiten, porque luego pasan las desgracias que suelen pasar, y muchos no hablan por no convertirse en chivatos, cuando se convierten realmente en cómplices».

Así, los chavales salen de sus charlas «con una idea renovada» del concepto. Porque Iñaki Zubizarreta les hace ponerse en la piel de quien sufre el acoso, como él mismo dice, «para que esto se termine». «La clave la tienen ellos y nuestra responsabilidad es darles las herramientas para que lo puedan gestionar bien«.

Los alumnos zamoranos, en el salón de actos del Campus Viriato durante la charla de Zubizarreta (Fotos Sergio Borja).

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