El debate organizado por el Consejo Económico y Social de Castilla y León y TRIBUNA GRUPO en torno al sector forestal analiza su situación actual y plantea cómo aprovecharlo para crear empleo y riqueza.
El ciclo de conferencias y debate organizado por el Consejo Económico y Social de Castilla y León (CES) con TRIBUNA GRUPO ha analizado hoy la situación y las posibilidades del sector forestal en Castilla y León, tocando temas como los efectos del cambio climático y los riesgos de las plagas, aunque la relevancia económica y las posibilidades de la silvicultura ocuparon el centro del debate. En palabras del presidente del CES, Enrique Cabero, “es un sector muy amplio, con grandes posibilidades de crecimiento en Castilla y León y una referencia fundamental en Soria”, comentó.
Gran parte del debate giró en torno a las posibilidades empresariales que ofrece el sector forestal más allá de la mera obtención de madera, como resina, micología, alimentación e incluso ocio y fijación de población.
Según el presidente de la Asociación de la Madera de Soria, Francisco Rupérez, es “una fuente de oportunidades y empleo muy grande”, pero necesita que le echen una mano para explotar todo su potencial. En esta línea, el director del Centro de Servicios y Promoción Forestal y de su Industria de Castilla y León, Pablo Sabín, explicó que los bosques de la Comunidad “crecen anualmente en extensión y por su actividad biológica” y que pese a la “imagen” que pueden transmitir de estar en riesgo, no es así. «Tienen problemáticas, pero están creciendo en superficie y el sistema de gestión forestal es multifuncional y eso la ciudadanía tiene que entender que estamos en bosque complejo, en los que se producen mucho productos: pastos, castañas, hongos, resinas… hay multitud de productos y bienes intangibles: biodiversidad, ocio, recreo… prácticamente la totalidad de bosques tiene esos usos múltiples”.
El director de la Escuela de Ingeniería Forestal de la Universidad de Valladolid en Soria, José Miguel Olano, el subdirector de la Escuela de Ingeniería Forestal de la UVa y fundador de FORA, Francisco Rodríguez Puerta, y el Jefe del Servicio de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León en Soria, José Antonio Lucas, completaron el debate. Todos coincidieron en que los bosques de la Comunidad son un importante recurso para la región, aunque divergieron en algunas opiniones sobre cómo aprovecharlos.
Sabín pidió “generar relaciones entre bosque e industria” y no analizarlas por separado, algo en lo que coincidió con Rodríguez Puerta: “en el centro de la silvicultura están las personas” y la “sostenibilidad pasa por tres patas: la ambiental, la económica y la social. Se tienen que cumplir esos tres requisitos para ser sostenibles. La sostenibilidad cuesta dinero”. Para Francisco Rupérez, el sector forestal puede ser el salvavidas del medio rural, siempre que haya “una apuesta decidida por una combinación pública y privada. En los pueblos pequeños cada vez tenemos menos población y más dificultades” y “se pueden hacer muchas cosas” si todos arriman el hombro. “Hay empleo para mucha gente, tanto a nivel de monte como de industria. A poco que apostemos por fortalecerlo, nos dará resultado seguro”.
Rupérez aludió al caso de las resinas: “tenemos el mismo problema que la madera: hay potencialidad, pero falta un poco de iniciativa empresarial” y una ayuda desde la administración. “Queremos traer gente a los pueblos, pero no hay escuela, no hay vivienda… es muy difícil”. Para Sabín “la resina a día de hoy es el sector que más potencial tiene de generación de empleo” hasta el punto de que se podría “triplicar” el número de gente que trabaja en dicho ramo “pero la movilización no es fácil. Hay que adaptar montes, atraer gentes que vayan a trabajar, vivir en un entorno rural… muchas veces hay problemas de acogida a los trabajadores, pero puede generar mucho empleo en la región”. Castilla y León “es el principal productor de resina de Europa” pero “no está teniendo tratamiento adecuado. Lo veo claramente insuficiente”.
Con apoyo público-privado, coincidieron, el valor añadido de los bosques de la región se quedaría en ésta. La micología como atractivo turístico está bien, pero hay que ir más allá: “Hay que potenciar lo que ya tenemos. El turismo ayuda. Si no hay fábricas, empresas que generen movimiento… los pueblos no se van a mantener. Necesitamos industria en los pueblos”, zanjó Rupérez, para conseguir que la Comunidad explote todo el potencial de sus bosques.